365 días en Israel, un nuevo inicio
La Sheila de hoy le escribe algunos consejos a la Sheila de hace 1 año atrás
Hola, Vanu!
Acá te escribo un sábado 11.40am con el aire al mango y todavía las cortinas cerradas. Mi “resaca” es por la cena de Shabat que tuvimos ayer, mi momento favorito de la semana y más cuando junto a varias personas, hacemos kidush y hay una jala en la mesa.
Siempre que conocés a algún latino, sale la pregunta “hace cuánto estás acá?” Ayer me la preguntaron dos veces. La primera fue un señor de unos 40 años, colombiano, trabajador de un supermercado. Estábamos comprando y hablando normalmente en español cuando nos preguntó si necesitábamos algo y allí, en medio de todo, salieron las dos preguntas:
“De dónde son y hace cuánto estás acá”. Son preguntas tan típicas acá que ni requieren un contexto, es como hablar del clima en un ascensor en Argentina. Cuando le devolví la pregunta, movió la cabeza para ambos lados y me dijo: “hace un año, no lo puedo creer”.
Y ahí me acordé que en un mes también cumplo un año de alia. Por eso me gustaría hacerle estas recomendaciones a la Sheila de hace un año atrás:
Como cuando te creías una experta en una disciplina por estar cursando en la facultad pero cuando terminás, te diste cuenta que la verdadera carrera empieza cuando te ponés a trabajar, la alia empieza cuando terminás el Ulpan, asi que tranquila.
Aprovechá el Ulpan. Va a ser como un colegio pupilo aka Rebelde Way. Vivimos en los pisos de arriba y en PB y -1 están las aulas para estudiar durante la mañana (8:15am a 12:45am). Sacale el jugo lo más que puedas aunque pienses que no podés, podés.
El Merkaz Klita es una “nube de algodón” porque no nos topamos con gastos de servicios, ni trámites que no sabríamos cómo hacer sin idioma. Te van a llevar a hacer la Teudat Zehut en un micro, disfrutalo, el resto de los mortales pueden demorar varios meses encontrar un turno.
En el Merkaz Klita hay mucha gente, como 130, aprovechá a conocer y abrir la cabeza. Habrá gente hasta de Iran.
El Merkaz Klita tiene muy lo básico. Los colchones son como los de un majané. En general los cuartos se comparten entre 2 o 3, asi que llenate de paciencia.
Sentirás dos aliot: cuando te vayas de Argentina y cuando termines el Ulpan. La dificultad para encontrar departamento atraviesa a toda la sociedad israelí. Precios inalcanzables por un metro cuadrado.
Vas a pensar en Shekel y posiblemente hasta ahorres en NIS.
Vas a viajar mucho, es muy hermoso no tener que ahorrar todo un año para subirte a algún avión.
Confiá en que todo va a salir bien, no sé cómo, vas a aprender a leer un menu gastronómico en hebreo, a pedir cosas, a preguntar. Cuando quieras aprenderte a la fuerza los binianim, confiá en que lentamente esa data entrará, no lo presiones.
Cuando sientas que no entendés nada ni lo que sentís, tranquila, vas a seguir sin entender nada por mucho tiempo más. Meditar te va a servir, ojalá te aferres a eso incluso cuando creas que ya no vale la pena. Lo mejor es que confíes en otros Olim, porque les pasa lo mismo que a vos.
Aún estoy intentando de digerir todo lo que pasó en un año en el que mi vida cambió repentinamente. A veces me olvido de la magnitud que tiene haber migrado. Como “está de moda” hacer alia o postear la foto del pasaporte en Ezeiza, pienso que es pragmático y simple; y si sucede algún punto bajo, me impaciento para arreglarlo. Es difícil discernir qué emociones son parte del proceso y qué no, ¿te pasa lo mismo? Me gustaría que la Sheila, Ola de hace cinco años en Israel, me cuente cómo atravesar algunos torbellinos.
No sé si nos quedaremos acá para toda la vida, espero que sí, con la condición de que seamos felices. Por ahora estamos bien desde lo pragmático. Desde lo emocional, me toca un gran trabajo personal de migrar con el corazón. Solo hasta ahora, a un año de la alia, todo esto tiene sentido y sigo apostando por un presente (que es futuro) en Israel.
¿Vos por qué estás acá? ¿Cuál es tu sentido?