Al cerrar una etapa, ¿empieza otra?
Hoy empieza un año nuevo judío. Si bien en Argentina también celebraba con mi familia, siento que ahora verdaderamente empieza un nuevo año. Cambiar el calendario gregoriano al lunar (y judío) es también una nueva configuración mental. El tema es que ahora estoy en Argentina y hay una extraña sensación de que Rosh Hashana es solo una tradición mezclado con el sentido espiritual que le acuñé desde que vivo en Israel.
Elijo quedarme con el significado que va un poquito más allá que la tradición, porque siempre me sirve la idea de pensar en “renacer”. Año nuevo, cada domingo, cada día, para mi es un nuevo renacer, lo vivo así cada mañana cuando digo el “moda ani” y me doy cuenta que me han dado otro día más para disfrutar, para ayudar a los demás, para aportar algo a este mundo o simplemente una oportunidad más para ser feliz. Entonces, Vanu, hoy quiero escribirte sobre cerrar y abrir etapas.
En “Las mujeres que corren con los lobos” aprendí sobre el concepto de Vida/Muerte/Vida, como una metáfora del nacer y renacer, que la autora plasma para aludir a naturalizar que todo en la vida empieza y termina, completan los ciclos vitales de los nacimientos y los finales, de las penas y las celebraciones. Vivir con este concepto en mente nos ayuda a ponerle más atención a las cosas, un paradigma que me puede decir cuándo es el momento de que muera un lugar, una cosa, un grupo o una relación. Y Rosh Hashana nos obliga a esto, a encender la capacidad intuitiva y bajar al corazón, volver a la raíz. Para llegar a eso, respondí algunas preguntas guía que una gran amiga-hermana que me dio el Ulpan escribió para compartirnos como guía para repensarnos: ¿Cómo puedo desarrollar mis fortalezas? ¿Puedo usar mis fortalezas de una nueva manera? ¿Quiero emplear mis fortalezas para ayudar a otros? ¿Qué fue lo mejor y lo peor de la relación con X persona durante el último año? ¿Cómo podría mejorar ese vínculo? ¿Podrías pedirle disculpas a alguien? ¿Alguien te hirió y te gustaría hacérselo saber? ¿Te gustaría volver a retomar el vínculo con alguien? ¿Cómo me gustaría cuidar mi salud física? ¿Cómo me gustaría cuidar mi salud mental? ¿Cuáles son los hábitos que gustaría dejar atrás? ¿Cuáles son los hábitos que me gustaría adoptar? ¿Qué te gustaría aprender más?
Será que el hecho de que siempre me pregunto si estoy bien y cómo puedo sentirme mejor es lo que hace que Elul y los Iamim Noraim. Y haciendo doble click en lo que quiero mantener o reiniciar en este nuevo año, he decidido querida amiga, que daré un paso al costado de este proyecto que creamos juntas. Participé de esta idea para poder transmitirle a mis amigos, potenciales o futuros Olim Jadashim algunos tips del primer tiempo en este país loco en el que elegimos vivir y hoy siento que no tengo nada nuevo para decirles y contribuirles. Estoy FELIZ de haber recibido tantos mensajes después de cada envío con felicitaciones, replies, likes, apoyo de gente que ni siquiera conocía pero que se había tomado el tiempo para mandar un mensaje directo por alguna red social. Feliz de que este proyecto llegó mucho más lejos de lo que habiamos imaginado en un primer momento. Pero como quiero al proyecto y nos cuido, prefiero ser honesta y cerrar este proyecto en Rosh Hashana, para quien dice, abrir una nueva etapa. Desde el 2009 que amo trabajar con vos y sabés todo lo que te admiro, pero mi capacidad creativa creo que ahora tiene que sembrarse puertas para adentro para luego florecer, necesito crear espacios de refugio y otros de expansión. Sé que soy la protagonista de mi historia y por eso, es un enorme esfuerzo cerrar la puerta de este proyecto sin siquiera saber si va a venir algo nuevo juntas.
Dilucidé todo esto en medio de una época en el que tuve mucho balagan mental, y me costó hacerme cargo pero lo celebro, sabiendo que tengo tendencia a mantener tareas o espacios aunque ya no los disfrute. Por eso, en este nuevo año, siento que tengo ganas de mi, de disfrutar más el día a día, de aprender a honrar lo que quiero darle a la vida, de atreverme a ir a buscar lo que por años procrastinaba para escaparme y quedarme en la zona de confort.
Por lo cual, querida amiga, me despido con este último envío haciendo pública la razón de porqué cierro este capítulo. Ojalá alguien le haya servido algo que escribí, ojalá alguien haya empatizado, ojalá alguien haya aprendido que la emigración no es armar una valija y la fotito del pasaporte en Ezeiza, es un proceso con permanentes desafíos (hace dos semanas arranqué mi segundo Ulpan) y que a veces no necesitamos un contacto o consejos de lo que tenemos que hacer; si no más bien un abrazo o una escucha. Gracias por abrazarme cada vez que lo necesito, personal y también a través de estas cartas.
Te quiero mucho!
Shei